Gnosias
En las últimas semanas hemos publicado varias entradas enfocadas en las distintas funciones cognitivas. Siguiendo con el espíritu de esas publicaciones, esta vez vamos a fijarnos en una de ellas en más detalle. Así que esta semana es el turno de las gnosias. Esta función cognitiva no es tan conocida como otras de las que ya hemos hablado (como podría ser el caso de las funciones ejecutivas) pero, sin embargo, son también importantes en nuestra vida diaria.
Así que, lo que haremos en esta entrada es dar un resumen sobre qué son las gnosias, cuáles son sus características principales y qué tipos de gnosias se conocen. Además, también miraremos a los posibles tratamientos que están disponibles y a las diferentes formas que podemos rehabilitarlas utilizando las nuevas tecnologías. Pero, como hacemos en cada entrada, lo más importante que tenemos que hacer antes de ponernos a detallar los distintos aspectos relacionados con esta función cognitiva es explicar qué son las gnosias. Las gnosias, sobre todo, sirven en nuestra vida diaria para reconocer lugares que ya conocemos, sitios específicos (por ejemplo, donde está mi habitación dentro de mi casa), las caras de nuestros seres queridos o de las personas que conocemos, etc.
¿Qué son las gnosias?
Por lo general, las gnosias se entienden como la capacidad que tiene el cerebro de reconocer información previamente aprendida a través de nuestros sentidos: la vista, el oído, el olfato, el gusto o el tacto. Al referirnos a “información”, hablamos de la que está relacionada a lugares, objetos o incluso, personas. En algunas gnosias se usa solo un canal sensorial, es decir, solo se utiliza uno de nuestros sentidos. Sin embargo, existen otras gnosias que son más complejas y que sí que requieren del uso de forma conjunta de más de un canal sensitivo. En estos casos sería necesario utilizar información que venga de más de un canal sensorial. De esta forma, podemos hablar de varios tipos de gnosias:
Gnosias visuales: la capacidad de reconocer visualmente estímulos y de darles un sentido. Los estímulos pueden ser formas, caras, objetos o colores.
Gnosias auditivas: la capacidad de reconocer los sonidos.
Gnosias táctiles: capacidad de reconocer con el tacto la textura, los objetos o la temperatura.
Gnosias olfativas: capacidad de reconocer olores.
Gnosias gustativas: la capacidad de reconocer sabores.
Gnosia del esquema corporal: la capacidad de reconocer nuestro cuerpo como un conjunto, pero también de reconocer las partes del cuerpo por separado.
Características y tipos de agnosias
Sin embargo, si una persona no es capaz de reconocer un estímulo previamente aprendido (como un objeto) sin tener un déficit perceptivo, de lenguaje o intelectual, podemos decir que existe una agnosia. Además, como hay varios tipos de gnosias, también hay existen varios tipos de agnosias. A continuación, listamos algunos ejemplos:
Agnosia auditiva verbal: la incapacidad para distinguir los sonidos del habla de otros sonidos.
Prosopagnosia: dificultad para reconocer el rostro de las personas.
Simultagnosia: incapacidad para interpretar una escena compleja en su totalidad o viendo sus partes individuales.
Acromatopsia: dificultades para percibir el color.
Acromatognosia: incapacidad para categorizar correctamente el color, aunque sí se perciba.
Agnosia visual de objetos: incapacidad para reconocer objetos o saber su función.
Trastornos de la percepción espacial: dificultades en la localización de objetos, en la percepción de la profundidad o en la orientación de líneas.
Agnosia topográfica: se refiere a la dificultad para reconocer señales topográficas externas como calles, casas o edificios. Las personas que padecen esta agnosia, sin embargo, no tendrán ningún problema en dibujar un plano o explicar verbalmente una ruta.
Existen más tipos de agnosias, pero el listado de arriba describe algunas de las principales.
Agnosias - tratamientos
Aunque existen varios tratamientos disponibles para las agnosias, su utilidad variará en función del tipo de agnosia que sufra el paciente. Uno de los tratamientos más comunes es la rehabilitación cognitiva: la utilización de tareas especialmente diseñadas para trabajar la función cognitiva afectada.
En este caso, normalmente se empieza trabajando con ejercicios de reconocimiento. Por ejemplo, mostrar varias letras y pedirle al paciente que forme una o varias palabras con ellas. Otro buen ejemplo de ejercicios que suelen usarse es mostrar varias versiones de una misma imagen, cada una girada sobre su eje por un ángulo de giro distinto. En este caso, se le pedirá al paciente que busque cuál de las imágenes se corresponde con la que vio inicialmente. Del mismo modo, también se puede utilizar la interferencia visual para trabajar el reconocimiento de objetos. En este tipo de ejercicio, se mostrará un objeto que está debajo de una rejilla de líneas que dificultan su percepción. El paciente deberá reconocer, de entre varias opciones, la que se corresponde con la imagen que está detrás de la rejilla. Como veremos a continuación, existen varios ejercicios en Rehametrics diseñados justo para esto.
¿Cómo rehabilitar las agnosias con ejercicios?
Entre los más de 110 ejercicios de rehabilitación cognitiva disponibles en Rehametrics, hay varios que están diseñados para las agnosias. A continuación, algunos ejemplos:
Expresión: letras: se colocarán por toda la pantalla varias letras sueltas. El paciente seleccionará las letras que forman una palabra, obviando algunas que estarán allí como distractores.
Simultagnosia I, II y III: aparecerán un conjunto de siluetas en el centro de la pantalla todas superpuestas. Además, también se verán las mismas siluetas de forma individual alrededor de la imagen conjunta. Entre éstas, se mostrarán tanto las siluetas que están en el conjunto central como otras que no se encuentran allí. El paciente seleccionará las siluetas que aparecen en la imagen central.
Orientación espacial 2D I y II: se muestra la imagen de un objeto real en una posición y varias versiones de la sombra o la silueta de ese mismo objeto, giradas por un ángulo aleatorio. El paciente buscará la sombra o silueta girada que se corresponde con la imagen inicial.
Percepción visual simple y compleja I y II: se muestran varias imágenes detrás de rejillas para que el paciente seleccione la que se corresponde con la imagen posicionada en el centro de la pantalla.