Ideas para mejorar la memoria
Tanto si eres profesional de rehabilitación cognitiva, como si eres una persona que busca mejorar sus capacidades, aquí te proponemos ejercicios de memoria gratuitos, que puedes practicar en la vida diaria. También te enseñaremos cómo un software específico para la rehabilitación cognitiva te ofrece ejercicios para trabajar la memoria y otras funciones cognitivas en un entorno lúdico.
De vez en cuando nuestra mala memoria nos produce consternación ante la embarazosa incapacidad para recordar el nombre de una persona, al perder el hilo de una conversación o al llegar a una habitación y no recordar para qué hemos ido allí.
El olvido puede tener lugar en cualquier fase de la memoria. Mientras procesamos la información, alteramos o perdemos gran parte de ella.
No necesitamos recordar todos los datos y estímulos con los que nos encontramos, pero sí sería de mucha utilidad, tener la capacidad para recordar aquello que nos hace falta, en el momento preciso.
¿Cómo hacer ejercicios de memoria en la vida diaria?
La mayor parte de las cosas que sabemos no son el resultado de esfuerzos de memorización. Aprendemos porque tenemos curiosidad y porque dedicamos tiempo a pensar en nuestras experiencias. Aprendemos a través de lo que vivimos.
Aquí te proponemos diferentes estrategias concretas para mejorar la memoria, en situaciones cotidianas que todos nos encontramos con frecuencia:
La repetición activa de aquello que queremos memorizar
Si estamos estudiando, pensar activamente mientras leemos, repasando y relacionando ideas, conduce a una mejor retención. De igual manera, para recordar el nombre de una persona que te han presentado, pronúncialo en voz baja o mentalmente; espera unos segundos y vuélvelo a repetir; deja pasar un poco más de tiempo y traélo de nuevo a tu mente.
Darle un significado personal a la materia
Para construir una red de claves para la recuperación, reformula lo que necesites aprender, con tus propias palabras. Únicamente la repetición mecánica es relativamente ineficaz. Relaciona los nuevos conceptos con lo que ya sabes o has experimentado. Utiliza tantas asociaciones como te sea posible.
Por ejemplo, para recordar el nombre de alguien a quien te acaban de presentar, asócialo con otra persona que ya conoces y se llama igual. Si visualizas en tu mente los dos rostros juntos (por ejemplo de los dos «Miguel»), te resultará más fácil no olvidarte del nombre de esa persona.
Uso de reglas mnemotécnicas
Consiste en relacionar los elementos a recordar con unas palabras clave. Puedes trocear la información en acrónimos o inventarte una historia que incorpore las imágenes de los elementos a recordar.
Trocear la información en unidades más pequeñas, nos ayudará a recodar mejor. Agrupar la información troceándola en unidades con sentido, se produce tan inconscientemente que lo damos por sentado. Recordamos mejor la información que podemos recordar en fragmentos con significado.
Si organizamos palabras o conceptos en grupos jerarquizados, los recordamos mejor que cuando los vemos presentados aleatoriamente.
Evita interferencias
Por ejemplo, si eres testigo de un suceso importante, registra el recuerdo antes de que otras personas puedan sugerir lo que pudo haber ocurrido. Estudiar antes de irte a dormir o intentar separar el estudio de asignaturas muy similares, que puedan interferir entre sí, ayuda a memorizar mejor.
Activa las claves para la recuperación, como el contexto o la emoción
¿Verdad que recuerdas perfectamente lo que estabas haciendo cuando conociste la noticia del atentado de las Torres Gemelas?
Los cambios hormonales desencadenados por emociones, permiten explicar que recordemos sucesos excitantes o que nos impactaron, como el primer beso, un asesinato político o un terremoto. Bajo una situación especialmente impactante, nuestras hormonas del estrés contribuyen a que nuestros recuerdos sean indelebles.
La importancia del contexto
Las claves asociadas con el suceso, incluyendo las relacionadas con el contexto donde lo codificamos, facilitan su recuperación. Probablemente hayas experimentado los efectos del contexto al regresar al lugar donde viviste o al colegio donde estudiaste, los recuerdos brotan fácilmente.
Recuerdas muchas más cosas si te sitúas en el contexto, trasládate mentalmente al lugar en el que sucedieron los hechos para ayudarte a refrescar la memoria.
La memoria es congruente con el humor
Tenemos tendencia a recordar experiencias coherentes con el buen o mal humor actual. Si estamos eufóricos, nos acordamos de tiempos felices. El humor funciona como clave para la recuperación, activando otros recuerdos teñidos por la misma emoción.
¿Qué es bueno para mejorar la memoria?
En resumen, para mejorar la memoria o evitar el deterioro asociado a la edad, podemos:
- Ejercitar la memoria y la atención aprovechando las actividades de la vida diaria, como por ejemplo al cocinar o al organizar la casa.
- Mantener relaciones sociales, conversar con otras personas.
- Tener actividad intelectual: leer, realizar pasatiempos, participar en juegos de mesa…
- Hacer ejercicio, llevar una dieta saludable, dormir bien y las prácticas saludables todos conocemos (evitar alcohol, tabaco…).
- Utilizar aplicaciones de estimulación cognitiva como Rehametrics.
Ejemplos de ejercicios de memoria gratuitos
Hay ejercicios muy sencillos que podemos realizar en el día a día, como tratar de recordar lo que hemos desayunado, comido y cenado en días anteriores.
Realizar la lista de la compra mentalmente, sin llevar anotado en un papel lo que necesitamos es otra actividad al alcance de cualquiera… Aunque conlleva riesgos si te olvidas de algo importante. Una opción menos arriesgada es la de llevar la lista escrita pero no mirarla hasta justo antes de pasar por caja.
Programa profesional para ejercicios de memoria
Existe un programa específico para trabajar ejercicios de memoria, así como ejercicios de atención, de lenguaje, percepción y otras muchas funciones cognitivas.
En Rehametrics hemos diseñado actividades concretas para estimular la memoria a corto plazo, la memoria de trabajo, la memoria diferida, la memoria visual, auditiva, espacial, prospectiva…
Podrás trabajar estas actividades aprovechando una tablet, pizarra digital o desde un ordenador y beneficiarte de las ventajas de contar con un software profesional para la estimulación cognitiva.