Ataxia
Una vez más, empezamos esta semana hablando en más detalle sobre uno de los trastornos neurológicos más comunes: la ataxia. En esta entrada miraremos en más detalle lo que es la ataxia cerebelosa, explicando las principales causas de este trastorno y repasando algunos posibles tratamientos. Como muchos ya sabréis, este trastorno es la causante de una falta de control muscular o de coordinación de los movimientos voluntarios, como pueden ser los actos de caminar o coger objetos, entre otros. Además, es posible que aparezcan problemas incluso en el habla, el movimiento de los ojos o en la deglución de los alimentos.
Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), en España hay más de 13.000 personas afectadas por algún tipo de ataxia cerebelosa. De hecho, cada 25 de septiembre conmemoramos el Día Internacional de la Ataxia. Además, aunque este trastorno engloba más de 300 tipos de enfermedades del sistema nervioso que comparten un síntoma principal, la disminución de la capacidad de coordinar los movimientos, más de 8.000 personas (el 60% del total de personas afectadas) padece algún tipo de ataxia hereditaria, siendo la ataxia de Friedreich una de las más comunes.
¿Qué es la ataxia?
Como en otras ocasiones, antes de analizar en detalle los principales aspectos relacionados con este trastorno, necesitamos tener claro una definición. Entonces, ¿qué es la ataxia?
Normalmente se entiende la ataxia como la incapacidad de controlar de forma voluntaria el movimiento muscular o la coordinación de los movimientos. Este trastorno puede afectar a todo tipo de actividades que requieran ser coordinadas para completarlas con éxito. Así pues, suele ocurrir cuando se produce una lesión en el cerebelo. Esta parte del cerebro es la responsable de la coordinación de los movimientos musculares.
Por lo general, hay muchas causas que pueden ocasionar este trastorno en una persona. Entre ellas tenemos el abuso del alcohol, algunos medicamentos, accidentes cerebrovasculares (ictus), tumores cerebrales, parálisis cerebral, enfermedades neurodegenerativas y la esclerosis múltiple. También existe la posibilidad de que la causa sea hereditaria, debido a fallos genéticos. Por ejemplo, entre las variantes hereditarias más comunes se encuentran la ataxia de Friedreich y la enfermedad de Machado-Joseph. Aunque como hemos indicado anteriormente, la ataxia puede ser heredada si hay una historia familiar, también se conocen casos en los que este trastorno se ha desarrollado sin un historial previo.
La ataxia cerebelosa
Como hemos visto en el párrafo anterior, la ataxia se produce cuando se lesiona el cerebelo, la parte de nuestro cerebro responsable de la coordinación de nuestros músculos. Si esto sucede, se dice que ha tenido lugar la ataxia cerebelosa. Sin embargo, este no es un diagnóstico específico sino más bien, un grupo de síntomas o incluso, de trastornos. Es decir, los motivos que llevan a la ataxia pueden ser muy distintos, aunque al final un paciente sufra de “ataxia”.
Por lo general, la pérdida de la capacidad de coordinar los movimientos musculares repercutirá en el equilibrio y en otras funciones motoras. Todo esto, por supuesto, tendrá una gran repercusión en la autonomía que puede tener la persona afectada por este trastorno. Aunque por lo general las causas subyacentes que llevan a este trastorno principalmente causan una degeneración o atrofiamiento de las células del cerebelo, algunas veces también pueden afectar la médula espinal.
Por otra parte, el pronóstico y, por lo tanto, el tratamiento para las personas afectadas por cualquier tipo de ataxia dependerá principalmente de la causa subyacente de este trastorno.
Tratamientos para la ataxia
Tal como indicamos en la sección anterior, los tratamientos para la ataxia pueden ser muy variados y variarán en función de lo que haya causado este trastorno. Lo que es muy importante indicar es que no existe una cura para las ataxias hereditarias. Sin embargo, si este trastorno ocurre por alguna afección subyacente, lo importante será tratar dicha afección lo antes posible. Por ejemplo, una ataxia que empieza por un trastorno metabólico normalmente se tratará con medicamentos y una dieta controlada por un especialista. Por otra parte, la rehabilitación física puede fortalecer los músculos y, además, trabajar la coordinación puede conseguir algunas mejoras. Del mismo modo, también existen dispositivos (ayudas técnicas) que ayudan a las personas afectadas al andar o al realizar las actividades de la vida diaria como, por ejemplo, los bastones, andadores o trípodes.
Por otra parte, otras áreas clínicas, como la terapia ocupacional o la logopedia, también son muy útiles para mejorar la autonomía de las personas afectadas. Normalmente, estas áreas trabajan el uso del miembro superior y la deglución o la terapia del habla, respectivamente. Finalmente, el ejercicio aeróbico regular también es muy beneficioso para las personas afectadas por este trastorno.
Rehabilitación de ataxias
En esta sección nos enfocaremos en la rehabilitación de ataxias. Como vimos en secciones anteriores, la rehabilitación física es uno de los posibles tratamientos que pueden ser útiles para abordar este trastorno. Las sesiones de rehabilitación física con un fisioterapeuta serán muy útiles para fortalecer la musculatura de los pacientes, mejorar su equilibrio y su coordinación. Del mismo modo, las sesiones de rehabilitación con un terapeuta ocupacional, sirven para preparar a los pacientes para realizar las actividades de la vida diaria más básicas, como pueden ser la alimentación, el baño o vestirse. Estos terapeutas no solo buscan recuperar funciones motoras sino también, enseñar técnicas de compensación que sirvan al paciente para conseguir un mayor grado de autonomía.
Del mismo modo, los ejercicios de rehabilitación física incluidos en Rehametrics ayudarán a los profesionales de la rehabilitación a cuantificar las sesiones completadas por sus pacientes. Esta información es extremadamente útil para los profesionales porque permite realizar ajustes al plan de tratamiento de forma más eficiente, lo que puede llevar a mejores resultados funcionales para los pacientes. En la actualidad, Rehametrics tiene 34 ejercicios enfocados en el equilibrio estático y dinámico y 23 ejercicios cuyo principal objetivo clínico es la coordinación.