Cómo elegir las gafas de VR más adecuadas para tu centro de rehabilitación
El uso de gafas de VR en rehabilitación es cada vez más común, hay más opciones y es normal que te sientas desorientado a la hora de decidirte por una u otra alternativa para tu clínica.
En el ámbito de la rehabilitación, la elección de las gafas de realidad virtual (RV) depende de varios factores, incluyendo las necesidades específicas del paciente, el tipo de terapia que se va a realizar y el presupuesto disponible.
Debes tener claro que una cosa es el Hardware (las propias gafas de VR) y la otra es el Software (el programa que utilizas).
Lo ideal es que las gafas de VR sean un modelo universal, fácil de usar, económico y compatible con muchas aplicaciones. No tiene sentido invertir en un hardware que sea compatible con un único software, probablemente a futuro ese equipo te quedará obsoleto. Te interesa tener un dispositivo de uso generalizado, como por ejemplo las Meta Quest 2 o 3 que ofrecen muchas aplicaciones disponibles (gratuitas o de pago).
Hay una serie de consideraciones a tener en cuenta que vamos a compartir aquí, para que no caigas en el error de invertir en una tecnología y después no sacarle todo el provecho.
No te dejes llevar por las modas, invierte en tecnología, pero con criterio.
Evaluar el costo total de propiedad, incluidos los costos iniciales de adquisición, mantenimiento y formación. ¿El beneficio potencial para los pacientes justifica el costo de la tecnología?
Es importante considerar el nivel de soporte y servicio al cliente proporcionado por el proveedor de la tecnología. ¿Te ofrecen capacitación, soporte técnico y actualizaciones periódicas? ¿Estos servicios están incluidos o supondrán un coste adicional y recurrente?
Investigar y recopilar opiniones y recomendaciones de otros profesionales de la salud que hayan utilizado esta tecnología en sus prácticas de rehabilitación. Sería ideal si pudieras realizar una prueba gratuita de las gafas VR en tu centro y con tus pacientes actuales. Así podrías valorar sobre el terreno si realmente te resulta interesante y recoger las impresiones de tus usuarios.
Analiza el tipo de pacientes y los objetivos terapéuticos que vas a trabajar.
Identificar las necesidades específicas de los pacientes es fundamental. ¿Qué tipos de lesiones o condiciones están tratando con mayor frecuencia? ¿Qué tecnologías podrían mejorar la calidad de la atención y la experiencia del paciente?
Trabajar con gafas VR en rehabilitación suele ser muy atractivo para la mayoría de pacientes, por la novedad que supone y lo divertido que resulta. Sin embargo, ten en cuenta que si son gafas que requieren el uso de mandos, muchos pacientes van a encontrar dificultad para manejarlos. Por el contrario, la posibilidad de activar el seguimiento de manos permite prescindir de los mandos y amplia el abanico de pacientes que pueden beneficiarse de esta tecnología.
Por ejemplo, si trabajas con pacientes neurológicos, te puede interesar utilizar las gafas VR para realizar terapia restrictiva virtual, terapia en espejo, ejercicios de coordinación, equilibrio y rangos articulares…
Si tu principal objetivo es la rehabilitación de la marcha, seguramente tus pacientes se beneficiarán más de otro tipo de realidad virtual como la semi-inmersiva.
Prueba antes de comprar, familiarízate con la tecnología
La tecnología debe ser fácil de implementar y utilizar tanto para los profesionales de la salud como para los pacientes. ¿La tecnología requiere un entrenamiento extenso? ¿Ofrece una interfaz intuitiva que facilite su uso?
El control externo por parte del profesional es fundamental. Cuando el paciente se coloca las gafas de VR, el profesional necesita saber lo que está viendo el paciente y poder controlar la sesión (niveles, dificultad, tiempos…). Todo esto es posible si cuentas con un software que te permita conectar tu ordenador con las gafas y guiar la sesión en todo momento, sin necesidad de retirar las gafas al paciente.
Asegúrate que estás comprando un producto sanitario
Es importante investigar y evaluar la evidencia científica que respalda la eficacia de la tecnología en la rehabilitación. ¿Cuenta con certificado oficial para uso clínico? ¿Hay estudios clínicos que demuestren la eficacia de la tecnología para mejorar los resultados de los pacientes?
Asegurarse de que la tecnología cumpla con los estándares de seguridad y cumplimiento de la industria, especialmente en lo que respecta a la protección de datos de los pacientes y la privacidad.