Ejercicio Físico en paciente oncológico

¿Cómo ayuda el ejercicio físico en el cáncer?

El ejercicio físico es un pilar fundamental en el estilo de vida saludable, y existe evidencia consistente sobre la asociación entre el ejercicio físico y la reducción de la incidencia y mortalidad por cáncer. El ejercicio físico puede reducir hasta un 30% el riesgo de cáncer y casi el 20% el riesgo de mortalidad específica por cáncer. La prevención del cáncer empieza con sólo 30 minutos de ejercicio físico al día.

Beneficios del ejercicio físico en paciente oncológico:

El ejercicio físico reduce hasta un 30% el riesgo de desarrollar cáncer (mama, colon, vejiga, endometrio y esófago) y, además, disminuye la mortalidad en pacientes con cáncer de mama y colorrectal.
La realización de ejercicio físico durante el tratamiento oncológico mejora la capacidad cardiorrespiratoria y disminuye algunos efectos secundarios asociados al tratamiento, como la astenia, ansiedad o artralgias.

¿Qué tipo de ejercicio puede hacer un paciente oncológico?

Fundamental la evaluación individualizada:

La formación de equipos multidisciplinares con participación de oncólogos y profesionales relacionados con el ejercicio físico, es imprescindible para su implementación.

Se debe realizar una evaluación inicial completa por el oncólogo para identificar las potenciales comorbilidades o limitaciones que puedan influir en la elección del circuito adecuado de derivación.

La realización de ejercicio físico es segura antes, durante y tras el tratamiento oncológico. Sin embargo, es muy importante, tal como se refleja en esta infografía de la Sociedad Española de Oncología Médica, realizar una valoración personalizada de cada paciente. 

Tendremos en cuenta muchos factores como la condición física previa, las comorbilidades (otras patologías asociadas), la fase del tratamiento en la que está el paciente y los aspectos socioculturales y sus preferencias. 

¿Cómo fomentar el ejercicio físico en pacientes con cáncer?

Fomentar el ejercicio en pacientes oncológicos es esencial para mejorar su calidad de vida, reducir los efectos secundarios del tratamiento y apoyar su recuperación. Aquí tienes algunas estrategias para motivar a los pacientes oncológicos a mantenerse activos:

1. Educación y Conciencia

  • Informar sobre los beneficios: Explicar cómo el ejercicio puede ayudar a reducir la fatiga, mejorar el estado de ánimo, mantener la masa muscular, y aumentar la resistencia física.
  • Compartir estudios y evidencias: Presentar investigaciones que demuestran que el ejercicio regular puede mejorar los resultados del tratamiento y la supervivencia a largo plazo.

2. Personalización del Programa de Ejercicio

  • Evaluación médica previa: Asegurar que el paciente reciba una evaluación completa para determinar qué tipo de ejercicio es seguro y adecuado para su condición específica.
  • Planes personalizados: Diseñar un programa de ejercicio individualizado que se ajuste a las capacidades y limitaciones del paciente, considerando el tipo y estadio del cáncer, así como los tratamientos recibidos.

3. Apoyo Profesional

  • Entrenadores especializados: Involucrar a fisioterapeutas o entrenadores físicos con experiencia en oncología para supervisar y guiar los ejercicios.
  • Sesiones de seguimiento: Programar citas regulares para monitorear el progreso, ajustar el plan de ejercicio y motivar al paciente.

4. Ambiente y Comunidad

  • Crear grupos de ejercicio: Formar grupos de ejercicio específicos para pacientes oncológicos, lo que puede proporcionar apoyo social y un sentido de comunidad.
  • Ambientes seguros y cómodos: Asegurarse de que los lugares de ejercicio sean accesibles, seguros y adaptados a las necesidades de los pacientes.

5. Incorporación de la Familia y Amigos

  • Involucrar a la familia: Fomentar la participación de familiares y amigos en las actividades físicas para ofrecer un apoyo adicional y hacer que el ejercicio sea una actividad social y divertida.
  • Actividades conjuntas: Planificar actividades que puedan realizarse en grupo, como caminatas, natación o yoga.

6. Motivación y Reconocimiento

7. Flexibilidad y Adaptación

  • Escuchar al cuerpo: Enseñar al paciente a prestar atención a las señales de su cuerpo y ajustar la intensidad del ejercicio según su estado diario.
  • Variedad de actividades: Ofrecer una variedad de ejercicios (aeróbicos, de fuerza, de flexibilidad) para mantener el interés y trabajar diferentes áreas del cuerpo.

8. Promover el Bienestar General

  • Integrar técnicas de relajación: Incorporar prácticas como el yoga y la meditación para reducir el estrés y mejorar el bienestar emocional.
  • Enfoque holístico: Considerar otros aspectos del bienestar, como la nutrición, el sueño y el apoyo emocional, que también impactan en la capacidad y motivación para hacer ejercicio.

Estas estrategias pueden ayudar a crear un ambiente de apoyo y motivación, haciendo que el ejercicio sea una parte integral del tratamiento y recuperación del paciente oncológico.

Un webinar sobre ejercicio físico en paciente oncológico

Si eres profesional sanitario (Médico Oncólogo, Médico Rehabilitador, Fisioterapeuta…) y quieres aprender más sobre este tema, te invitamos a un próximo webinar. 

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